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Las graduadas de Bioingeniería Manuela Alanis y Micaela Puig fueron reconocidas por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires por el desarrollo de DetecTEA, un dispositivo médico de screening para la detección temprana del Trastorno del Espectro Autista (TEA).

Cuando en septiembre del año pasado alcanzaron el primer puesto en #PotenciateTecnológico, el programa del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que premia ideas innovadoras, las en ese entonces alumnas de Bioingeniería sabían que su proyecto de trabajo final estaba encaminado cuando presentaron un primer prototipo para la detección anticipada al Trastorno del Espectro Autista (TEA), una disfunción neurológica crónica que afecta a más de 400 mil personas en Argentina.

Casi un año después, ya con los títulos de Bioingenieras luego de haber aprobado el trabajo -calificado con 10-, Micaela Puig y Manuela Alanis obtuvieron una repercusión bastante inesperada: la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires resolvió extenderles un diploma de reconocimiento por “la investigación en el desarrollo de un dispositivo médico que podría utilizarse entre otras aplicaciones como método de screening para la detección temprana del Trastorno del Espectro Autista (TEA) mediante mediciones de la reacción pupilar a la luz”.

¿Pero cómo funciona DetecTEA? Se realiza una captura del ojo del paciente mediante una cámara de video, mientras se lo estimula de forma lumínica. A partir de esto se procesan las imágenes registradas y se obtienen distintos parámetros que son catalogados por medio de un algoritmo de clasificación para obtener la primera detección.

“Estamos muy contentas y agradecidas con la repercusión que tomó el proyecto. Sentimos que a medida que pasa el tiempo estamos más cerca de conseguir nuestro objetivo: la detección temprana del autismo y la mejora en la calidad de vida de las personas”, explicaron las graduadas, que actualmente trabajan para que este prototipo pueda alcanzar viabilidad comercial en el corto plazo.