Los Ingenieros Electrónicos del ITBA Leandro Sabignoso y Nicolás Larrandart fundaron, junto a un socio, Auravant, una compañía orientada al sector agrícola que toma a la tecnología de la información como su principal aliada.
La actualidad de la actividad rural argentina potenció a una gran cantidad de compañías de diferentes tamaños, que encontraron en esta situación una oportunidad de desarrollo. Auravant es uno de los casos que sobresale en esta tendencia, ya que a través de la lectura de imágenes aéreas tomadas desde un drone o satélite obtiene información para administrar la dosis justa de fertilizantes, analizando las necesidades reales del cultivo en ese momento.
Los Ingenieros Electrónicos del ITBA Leandro Sabignoso y Nicolás Larrandart, y el estudiante de Ingeniería Industrial de la UADE Leonardo Fernández son los fundadores de la compañía. Las experiencias laborales anteriores de los creadores en rubros tales como el de telecomunicaciones, fueron fundamentales para convertir a Auravant en una empresa que brinda un servicio tecnológico diferente a lo estipulado. “En los últimos años la agricultura incorporó tecnología en la parte biológica, mecánica y electrónica, pero no tanto en TI. En nuestra empresa creemos que tecnologías de la información tales como machine learning, inteligencia artificial y big data pueden generar el salto cuántico que el agro necesita”, afirma Leandro Sabignoso.
Pese a ser una empresa joven, el graduado en 2007 asegura que Auravant encontró ciertos elementos para distinguirse en el rubro: “si bien los algoritmos que utilizamos son, sin dudas, la principal diferenciación de nuestros productos; como empresa tenemos varias cualidades que hoy por hoy es difícil encontrar en el mercado. Somos una compañía de tecnología para el agro, que no nació en ese espacio. Eso nos hace expertos en lo que hacemos, y al mismo tiempo, nos permite acercarnos a nuestros clientes sin ningún preconcepto”.
El crecimiento que tuvo la compañía en sus casi tres años de vida, lleva a que los fundadores apunten a copar el mercado de la agricultura argentina; como también a expandirse a Brasil, Estados Unidos y parte de Europa. “Queremos ser la empresa que ayude al agro a entender cuál es la mejor decisión en cada etapa del cultivo. En definitiva, queremos hackear el agro. Hacerlo requiere de mucha inversión en investigación y desarrollo, y es en lo que estamos enfocados. Así como desarrollamos nuestro producto para la fertilización con nitrógeno, estamos creando otros para cada momento del ciclo productivo”, indica Leandro.
Sabignoso considera que el instituto le brindó herramientas importantes para poder encarar su propio emprendimiento y explica los motivos por los que comprende que la situación se repite en muchos otros casos: “El estudiante del ITBA es emprendedor por definición. El graduado, además, pudo superar los obstáculos y reafirmar su vocación emprendedora; por lo que no debería sorprendernos que lo siga siendo en su carrera profesional. La tecnología permite que podamos generar cada vez más propuestas de valor con menos recursos iniciales. En ese marco, los graduados del ITBA tenemos una excelente oportunidad para crear empresas en las que podamos hacer lo que nos apasiona”.