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Un grupo conformado por 10 estudiantes de la Universidad es finalista de CanSat Competition, impulsada por la NASA junto con la empresa Lockheed Martin: el equipo viajará a Estados Unidos en junio, para presentar un satélite de diseño propio.

Diez alumnos de carreras de ingeniería del ITBA fueron seleccionados junto con otro 19 equipos representantes de universidades internacionales para participar de la final de CanSat Competition, un certamen internacional organizado anualmente por la American Astronautical Society (AAS), que cuenta con el auspicio de las dos empresas más importantes de la industria espacial como la NASA y Lockheed Martin. El concurso destinado a estudiantes universitarios de todo el mundo, consiste en el diseño, construcción y lanzamiento de un satélite a escala. La gran final se realizará entre el 9 y el 12 de junio en la universidad Virginia Tech, de Estados Unidos.

Tras superar la etapa clasificatoria entre enero y febrero, de la cual participaron más de 100 equipos, el proyecto presentado por el grupo de la Universidad fue seleccionado como representante nacional. En esta nueva etapa, participarán de la gran final, donde se llevará a cabo la evaluación del satélite creado y un lanzamiento utilizando cohetes provistos por la NASA.

La iniciativa es llevada a cabo por los alumnos María Candelaria Ruiz Casas (Ing. Electrónica), Franco Nicolás Estévez (Ing. Informática), Jorge Pedro Torres (Ing. Mecánica), Juan Bautista Valero (Ing. Mecánica), Malena Vásquez Currie (Ing. Informática), Manuel Luque Meijide (Ing. Informática), Matías Calamaro (Ing. Mecánica), Tamara Raquel Canillas (Ing. Química), Tomás Donadu (Bioingeniería) y Tomislav Marko Separovic (Ing. Mecánica); y contaron con la coordinación de la Dra. Mariana Di Tada (Directora del Departamento de Investigación y Doctorado del ITBA).

¿En qué consiste el proyecto? El satélite cuenta con una estructura rígida de varillas de fibra de carbono que soportan los alojamientos para los sensores y actuadores tanto del módulo principal como del desplegable, que se encuentran impresos en 3D. Dichos componentes electrónicos (sensores de presión, temperatura, magnetómetros, entre otros) integran el sistema de control encargado de regular el descenso, el despliegue de los paracaídas y estabilizar el giro del módulo desplegado, mientras envían la información recopilada por radio a una central de operaciones instalada en tierra.

Los criterios de evaluación se basan principalmente en comprobar que pueda completar el vuelo de forma satisfactoria a 700 metros de altura, desplegando dos paracaídas independientes, y transmitiendo datos en vivo a una estación de control en tierra. Además, deberá desplegar un satélite secundario que grabará el descenso a velocidad controlada.

Estamos muy contentos ya que es el resultado de un proceso que comenzó hace dos años cuando quisimos participar por primera vez del concurso, donde, si bien llegamos a la final, por las condiciones epidemiológicas no pudimos viajar. En esta oportunidad, esperamos aprovechar esta experiencia al máximo y representar favorablemente al ITBA y la Argentina”, destacaron los alumnos.