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En el mes de la mujer, un recorrido por el presente profesional de alumnas y graduadas del ITBA que vienen derrumbando estereotipos de antaño.

Que el 8 de marzo se celebre el Día Internacional de la Mujer denota por su propio peso que todavía no hay un emparejamiento de realidades entre ambos géneros. Si bien desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró 1975 “Año Internacional de la Mujer” se han alcanzado una variedad de conquistas como sociedad, todavía queda camino por transitar. Con la igualdad como una de las temáticas instaladas en la agenda global, muchos de los logros que se van consiguiendo provienen de cada paso que se brinda tanto en forma colectiva como individual.

La promoción 7 (1971) del ITBA marcó un antes y un después en las páginas de la institución. Dentro de ese grupo de jóvenes que recibió su título se destacó Lucía Taibo, la primera graduada de la Universidad. Ante la consulta, la ingeniera electrónica rememora esos años de estudio en la Sede de Madero: “Terminé la secundaria un año antes de lo estipulado, así que comencé la carrera a los 17. En ese entonces éramos en total tres chicas y la relación con los compañeros era muy buena. Recuerdo que para recibirse había que hacer una materia, “Trabajo en fábrica”. Ahí empecé una pasantía en el INTI en el área de acústica, donde me desempeñé en distintos puestos durante más de cuatro décadas”.

De hito a hito. En la última colación de grado, celebrada en diciembre de 2017, Paula Celoria se convirtió en la primera bioingeniera de la Universidad.En un principio, fue muy difícil elegir qué estudiar ya que desde chica tuve un gran interés por la ingeniería y la medicina. Cuando abrió la carrera en el ITBA me anoté casi sin pensarlo, porque une esas dos grandes áreas de mi particular interés. De esta experiencia me llevo un montón de amistades que fui cosechando”, señala la profesional de 26 años quien actualmente se desempeña en la empresa MBMed S.A.

La ingeniera en petróleo Carla Carrara aparece como otro de los tantos casos salientes. Trabaja en YPF en Neuquén, donde ocupa el rol de Company Man, posición que, por su denominación, evidencia reminiscencias de otra época. “Antiguamente esta función la llevaba a cabo alguien con experiencia en equipo o compañías de servicio. Y no se veían mujeres. Hoy por hoy se profesionalizó el puesto y se buscan perfiles con un conocimiento más profundo de las operaciones de campo. Esto da pie a que mujeres ingenieras puedan ocupar un cargo que originalmente era de hombres”, describe Carla con mucho detalle.

Los vientos de cambios también llegaron al automovilismo. Jesica Salvini encabeza la incipiente camada de ingenieras de pista que quiere brillar por su presencia. La ingeniería mecánica, integrante del equipo Martos Competición de la categoría Turismo Nacional, admite que, si bien por ahora son pocas las representantes del género en el rubro, porque históricamente se lo instaló como un ámbito masculino, nunca vivió como una complicación ser mujer. “Quiero poder desarrollarme como profesional, seguir aprendiendo e instruyéndome, y dar lo mejor de mí en el puesto que ocupe. Los autos me apasionan, y deseo contribuir a que cada día sean mejores”, concluye.

Sin título en mano, pero con pergaminos claros, las alumnas de ingeniería informática Milagros Moreno Lafon, Melisa Rossi pertenecen a una camada que comprende la totalidad del contexto. El año pasado, junto a dos compañeros de carrera, se consagraron en “FinTech Hackat­ón”, una competencia que tenía como requisito que al menos una mujer sea parte del equipo.  Melina analiza los motivos evidentes de una coyuntura paulatinamente más igualitaria. “En nuestra carrera, por ejemplo, cada vez hay más alumnas. Las posibilidades están, no hay ninguna traba para que esto ocurra, solamente que por historia tenemos el concepto de que el área es para los hombres.”

A su vez, Milagros coincide y vislumbra un panorama alentador. “Con la masificación mundial de la tecnología, en conjunto al movimiento por la igualdad de género, esta brecha se irá achicando paulatinamente. Está en manos de todos fomentar en las chicas jóvenes la incorporación al mundo tecnológico”.