Menú

Fabián Szulanski desglosa algunos conceptos que brinda en las materias de la Escuela de Postgrado y analiza el mercado corporativo nacional.

El pensamiento sistémico es uno de los combustibles que moviliza la manera de observar el mundo del Ingeniero Fabián Szulanski.  Seguramente ser docente de las materias de Design Thinking y Systems Thinking en los programas de la Escuela de Posgrado, junto a su rol en el Departamento de Innovación Sistémica de la Universidad, potencia y reafirma esos conocimientos. Esta visión conlleva a que se trate de un vocero interesante para escuchar en lo referido a distintos métodos de innovación corporativa.

“El desing thinking, por ejemplo, se enfoca en las personas y es muy importante porque, en definitiva, es mejor hacer algo por un buen motivo que para alimentar el ego de quién está diseñando. Cuando uno dice que `la organización aprende´ o que `el equipo de trabajo aprende´, no debe olvidarse que son seres humanos, por ende, para transformar organizaciones se tiene que pensar en transformar personas, una por una. La meta en este tipo de metodología, que apunta a la mejora de una compañía, es también generar adopción de nuevos hábitos y construcción de cultura”, detalla, quien además se desempeña como consultor para diversas empresas.

-¿Cuáles son las principales resistencias a la innovación en Argentina? ¿Cuál es la mejor manera de sortearlas?

-Si uno al pequeño y mediano empresario le presenta las innovaciones como algo nuevo seguramente va a encontrar resistencia. Para lograr una aceptación hay que adaptar la jerga al lenguaje de ese tipo de tomadores de decisiones. Esa es la regla y el desafío que hay que seguir, ya que la resistencia a lo nuevo es algo universal y sucede tanto para el CEO de la empresa más importante, como para el que forma una PyME. No hay que presentarles teoría, sino ir directamente a lo pragmático. El empresario tiene que enfocarse en su mejor cliente y en cómo satisfacer sus demandas actuales y futuras.

– ¿Cuáles considerás que son los sectores en donde se observa mayor innovación corporativa?

–Sin dudas, los orientados a servicios financieros. Conozco muchas empresas de ese rubro que se abocan a la transformación en capacidades de innovación. Parece raro porque uno se imaginaría que son las empresas más encorsetadas, pero sus líderes tienen mentalidad abierta y ven que su posición es variable, por lo que tienen que reinventarse, ya que el concepto de ventaja competitiva casi no existe. El motivo es claro: el escenario es sumamente cambiante. También pueden observarse cambios positivos en empresas muy grandes del sector industrial, aunque habitualmente estos avances aparecen en filiales de compañías globales, que lo realizan más que nada por alineación con la casa matriz.

– Por lo general a la hora de emprender se trabaja con el desarrollo de habilidades y competencias, ¿cuán importante es la intuición en todo el proceso?

-Es un elemento fundamental, ya que primero hay que hacerles caso a las entrañas y después aportar la formalidad de los métodos. Luego se validará con observaciones en terreno, pero si hay pasión habrá chances de viabilidad. No hay otra manera de ser emprendedor si no es gracias al fuego interno. Se necesita una combinación de razón y corazón.

  En ITBA se observa una tendencia constante de desarrollo de emprendimientos, tanto en Grado como en Posgrado, ¿qué herramientas creés que le ofrece la Universidad a los alumnos y graduados? 

-La cultura emprendedora es parte de una evolución natural, no todos los graduados deben trabajar en relación de dependencia. Hay una tendencia global de disminución del trabajo más tradicional. Se deben fortalecer las tendencias necesarias para emprender, porque en el mundo se está generando una economía de freelancers. El ITBA cuenta con docentes, tutores, mentores y alumnos con mucha capacidad, y dentro de ellos hay muchos que tienen esa chispa para no buscar un trabajo en relación de dependencia, y se inclinan naturalmente al proyecto propio. Y, obviamente, al ser ingenieros o licenciados tienen ancho de banda para enriquecer proyectos con base tecnológica, pero con alto impacto social.