Luego de un trimestre en Virginia Tech gracias a una Beca Fulbright, el alumno de Ingeniería Industrial Agustín Figueroa Nazar, hace un balance de su experiencia internacional.
De 1246 estudiantes argentinos que se postularon, sólo un grupo reducido se convirtió en acreedor del Programa Fulbright. Agustín Figueroa Nazar recuerda ese 5 de octubre del año pasado con nostalgia, a pesar de que recién dos semanas después le confirmaron que su destino sería Virginia Polytechnic Institute and State University –popularmente conocida como Virginia Tech-. Atrás había quedado un exhaustivo proceso de selección, en el que además de cumplir con ciertos requisitos, debió superar varias etapas.
Durante su estadía, que se prolongó del 19 de enero hasta el 6 de marzo, el alumno de Ingeniera Industrial vivió en el campus universitario, junto a otros nueve argentinos seleccionados. “Fue una experiencia increíble, ya que es una Universidad que sorprende por sus desarrollos en ingeniería y ciencias naturales y agronómicas. En lo cultural la noté similar al ITBA, por esa pasión por la técnica y el sano fomento de hacer las cosas bien y de ser los mejores”.
El también coordinador de la organización estudiantil Tech Trek asegura que aprovechó la oportunidad, sobre todo para conocer de cerca el ecosistema emprendedor norteamericano: “Uno aprende a generar contactos y a comunicar lo que hace en Argentina. Me la pasé corriendo entre reuniones, clases, experiencias formales e informales. Busqué sacarle el plus a cada actividad, así que diría que esas 7 semanas parecieron 20”.
Agustín sostiene que la experiencia le significó un antes y un después, y que sería importante que cada vez más alumnos se interesen en ese tipo de iniciativas. “Me cambió la visión del mundo y me hizo ver como posibles cosas que antes no creía factibles. Uno se da cuenta que, al fin y al cabo, puede agregar valor en cadenas que quizás previamente no tenía en la cabeza. Te amplía no sólo la red de contactos, sino también los horizontes y las posibilidades. En definitiva, lleva a replantearte hacia dónde uno quiere encaminar su futuro profesional. Nada parece tan difícil ni tan lejano”.