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El Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) anunció el relanzamiento de su Mapa de Arsénico, una herramienta esencial para monitorear la presencia de arsénico en el agua de diversas regiones del país. Con más de 350 muestras recolectadas hasta la fecha, el mapa fue actualizado recientemente, con una mejora en su interfaz y accesibilidad, gracias al trabajo de la alumna Lucía Digón de la carrera de Ingeniería Informática de la Universidad. Clic al mapa.

El Mapa de Arsénico, bajo la responsabilidad del Dr. Jorge Daniel Stripeikis, ofrece una visión detallada de la distribución de arsénico en reservorios de agua subterránea y superficial a lo largo de la Argentina. Desde su creación, ha sido una referencia crucial tanto para investigadores como para la población en general, proporcionando datos
accesibles y confiables sobre un problema de salud pública de alta relevancia. Actualmente, el proyecto cuenta con la colaboración del Dr. Jhon Alejandro Ávila, también docente del ITBA, quien como Responsable del Laboratorio de Ingeniería Química y Medio Ambiente (LIQMA) lleva a cabo todas las mediciones, su actualización y respectiva comunicación.

Durante la pandemia, la recepción de nuevas muestras disminuyó drásticamente. En ese sentido, el ITBA relanzó un llamado a la comunidad para que se sume nuevamente a esta iniciativa. La participación de las personas es fundamental para seguir actualizando el mapa y poder ofrecer información precisa. Somos una universidad comprometida con el desarrollo del país y con este tipo de proyectos buscamos aportar datos valiosos que ayuden a la toma de decisiones proactivas en una de las principales problemáticas de la comunidad que es el acceso a una fuente de agua segura, comenta el Dr. Jorge Stripeikis, Director del Departamento de Ciencias Exactas y Naturales del ITBA. Las muestras de agua pueden entregarse en Iguazú 341 entre las 8 y 18 h remitidas al LIQMA con nombre y apellido y habiendo previamente completado el siguiente formulario.

¿Para qué sirve un mapa del arsénico?

La presencia de arsénico en aguas subterráneas de la Argentina en niveles superiores a los recomendados por la Organización Mundial de la Salud podría afectar potencialmente a más de cuatro millones de habitantes.

La ingesta sostenida en el tiempo de aguas contaminadas incrementa el riesgo de padecer un cuadro clínico tipificado como Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (HACRE). Su falta de tratamiento genera patologías como el cáncer de pulmón, cáncer de laringe, tos crónica y/o persistente y fibrosis pulmonar.

“La contaminación por arsénico es mayoritariamente natural y obedece a fenómenos que se produjeron hace millones de años cuando se levantó la estructura de lo que hoy conocemos como la Cordillera de los Andes. En nuestro país, las áreas geográficas más damnificadas con este fenómeno son el 70 por ciento de la provincia de Buenos Aires, particularmente lo que es el corredor de la ruta 5, como son las localidades de 9 de julio, Bragado, Casares y Trenque Lauquen, y también zonas aledañas a Mar del Plata. Además, se encuentra en todo el sur de Córdoba y Santa Fe y en La Pampa y Mendoza. En el norte, en particular Tucumán, Santiago del Estero, Salta, Chaco y Formosa”, detalla Stripeikis.

Acceso al mapa actualizado

El Mapa de Arsénico está disponible en línea y se ha optimizado para una mejor experiencia de usuario, lo que permite a cualquier persona acceder fácilmente a la información sobre la calidad del agua en su región. Se puede visitar en https://mapa-de-arsenico.web.app y contribuir con nuevas muestras para seguir enriqueciendo esta valiosa herramienta.

Hacia un desarrollo sostenible

Este proyecto se enmarca dentro de un avance de la universidad en diversos temas de sostenibilidad: “La sostenibilidad se fundamenta en aspectos ambientales, sociales y económicos. Aunque la presencia de arsénico es un fenómeno natural, avanzar hacia un desarrollo sostenible requiere evaluar los riesgos en la sociedad y dotar a la población de las herramientas y conocimientos necesarios para enfrentarlo, menciona Ing. Magdalena Chullmir, docente y coordinadora del programa de ambiente del ITBA.