No superan los 23 años, son alumnos de la Licenciatura en Administración y Sistemas y fundadores de Immerse VR, una empresa de realidad virtual enfocada en desarrollo inmobiliario y marketing.
Cuando promediaba la secundaria, Santiago Falzone soñaba con formar una empresa propia. Al principio, en esa edad donde resulta difícil elegir qué estudiar, se inclinó por Ingeniería Informática. Pero luego de un año cursando el ingreso descubrió que la Licenciatura en Administración y Sistemas era la propuesta más idónea para alcanzar su meta. “Al principio uno de mis sueños más fuertes era tener mi propia empresa de desarrollo de software. Después fui comprendiendo que disfrutaba mucho más los negocios que de la ciencia, y que claramente el desarrollo no era para mí, lo mío era administrar la empresa”, rememora.
En ese periplo conoció a Iván Tabachnik –hoy en día de 21 años-, un compañero que se define como emprendedor serial y que ya a esa altura había fundado tres start-ups. Así nació una sociedad que lo que necesitaba era una oportunidad puntual para embarcarse en un proyecto. “El amor por la realidad virtual fue apareciendo y aumentando en intensidad. Y en 2016 me di cuenta que mi primer emprendimiento tendría que ser de desarrollo de experiencias de RV. Lo único que me faltaba era encontrar un nicho de mercado donde esta tecnología realmente solucionara muchos problemas y le ahorrara dinero y tiempo a la sociedad”. Un día a Santiago la oportunidad se le cruzó frente a los ojos: acompañó a su madre a mostrar una propiedad inmobiliaria y encontró un montón de falencias que podrían ser suplidas gracias a la utilización de realidad virtual.
Al poco tiempo, con más dudas que certezas, Immerse VR salía al mercado. “Los primeros obstáculos con los que nos topamos podrían conformar un listado de cinco pasos. Diseñar la página web, leer y estudiar sobre realidad virtual, armar un equipo, emprender, y hacernos conocer. Hubo que trabajar muy duro para encontrar el cliente, entender qué necesitaba, desarrollar esa solución, averiguar cuánto vale en el mercado, venderla, producirla, entregarla y crecer de forma sustentable”.
Con casi dos años de vida, la empresa se posicionó en el mercado de Desarrollo Inmobiliario y Real State además de ofrecer experiencias de marketing. Falzone amplía el panorama: “Si bien esos son los ámbitos que nos generan rentabilidad y nos permiten ampliarnos, son nichos con barreras de entrada no muy altas. El desarrollo de RV se volverá un commodity en muy poco tiempo. El verdadero diferencial será dado por la calidad del servicio pre y post venta, el cual es un talento humano y no de software”.
A su vez, Immerse VR trabaja en una segunda unidad de negocios, concentrada en investigación y desarrollo. “Esta área busca oportunidades de implementar realidad virtual en nuevas industrias, como ejemplo; la educación, la medicina y las simulaciones industriales. El objetivo de este departamento es encontrar nuevas necesidades en nuevos mercados, generar una solución y ver si es posible crear una nueva unidad de negocio específica para satisfacer dicho vertical de industria. La simulación medicinal es un rubro en el cual nos encantaría entrar en el mediano plazo”.
Santiago Falzone, reconoce que, aunque la potencialidad del proyecto es creciente, cursar una carrera y emprender es una combinación compleja pero productiva. “Es muy difícil y agotador, pero la emoción que me genera desarrollar un proyecto propio me da energías para salir adelante siempre. Mi prioridad siempre fue la universidad, y eso hizo que en el primer año del emprendimiento avanzáramos realmente poco. Pero a medida que fuimos ganando tracción y clientes, cada vez hubo que dedicarle más a la empresa”.
Con una serie de objetivos y planes en mente, estos alumnos de la Licenciatura en Administración y Sistemas son conscientes de las herramientas que brinda la carrera. Pero también son conscientes de qué anhelan. Y la respuesta es una sola: emprender.
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